PADRE INVIDENTE ES ABANDONADO JUNTO A SU MADRE DE LA TERCERA EDAD

Luciano Flores, de 50 años, es un padre de familia invidente. Desanimado y solo vive en casa, junto a su madre de la tercera edad, hace 15 años, sus hijos y su esposa lo abandonaron al enterarse de que quedaría ciego.
El indice de padres abandonados va aumentando por la falta de recursos económicos con el que cuentan sus hijos.
Luciano como varias personas que trabajan, era taxista vivía con su familia en una casa humilde, les iba un poco mal en los negocios, trabajaba en un pueblo pequeño.
Esta situación obligó a Luciano a buscar otro trabajo de mejores ingresos, para ganar más dinero, asi a sus hijos no les faltaría nada, encontró un nuevo trabajo, era conductor de volvos, llevaba piedras, arenas y otras cosas más.
Causas
La falta de espacio o el exceso de trabajo, son algunas excusas que ponen los que no quieren cuidar a sus padres enfermos. Algunos dicen que la casa es demasiado pequeña y que no entrarían todos allí.
Otra causa importante es por la falta de recursos económicos, no les alcanza para cuidarlos y atenderlos, así que deciden ir por el camino más fácil, abandonarlos y librarse de toda carga que tienen ante sus padres.

Casos similares 

Una pareja de la tercera edad fueron abandonados por sus hijos, tienen una enfermedad en los ojos, que han estado llevando hace varios años.

La mujer expreso: "Qué habían sido desalojados ese día por la mañana, del piso que alquilaban y afirmó que no se moverian del lugar, porque su hijo mayor les dijo que regresaría, para llevarlos con ellos a su nueva casa".

Citas de especialistas 

El Instituto Nacional de Estadísticas informó que el departamento de La Paz esta con un 30.6 %, le sigue Santa Cruz con 21.3 %, Cochabamba 18.4 %, sobre casos de padres abandonados.

El código de la familia establece que los descendientes estan obligados a ayudar por ley a sus progenitores, caso contrario seran sancionados con cárcel de seis meses a hijos que incumplan esta disposición. 

En el artículo 33 del código de la familia dice que es un deber que los hijos ayuden a sus progenitores, cuando se encuentren en tiempos de nesecidad y no estén en posibilidades de obtener los medios propios de subsistencia.

Entre cinco a siete horas al día se la pasa en el jardín de su casa contemplando la naturaleza. En la lluvia descansa casi todo el día, ayuda a su madre en la cocina en lo que puede, van algunos veces sus familiares a visitarlo para ver como se encuentra su madre y su hermano, le gusta contar anécdotas de su vida, las cosas buenas y malas que le sucedieron.